Muy buen partido el vivido ayer en Ipurúa, encuentro disputado de tú a tú entre los vascos y los valencianos. El Eibar logró conseguir un empate en el 90' a pesar de los errores arbitrales que se cebaron con los armeros.
El inicio de partido preveía un partido fácil para los visitantes ya que a los 2' se adelantaron con gol de Morales, ex-armero y poco antes del descanso Camarasa ponía el 0-2 en el marcador, a pesar de ello los granotas no supieron aprovechar su ventaja de 2 goles, el Eibar se mostró desaparecido durante toda la primera mitad, ya que, la presión de los de Mendilibar ahogó la salida del balón de los de Garitano, solo alguna jugada a balón parado y alguna que otra carrera de Abraham por la banda.
Pero la segunda parte fue otro mundo, Garitano debió espabilar a los suyos con la charla del descanso, los granotas se habían acomodado en el terreno de juego y los equipos que han jugado en Ipurúa no estaban acostumbrados a eso, ya que, siempre el Eibar estaba plantando cara.
En media hora los guipuzcoanos lograron darle un giro de 180º al partido, primero recortaron distancias con un gol en propia portería del levantinista Pedro López, y minutos mas tarde en un falta cerca del área nos dejaron un golazo impresionante, bota la falta hacia atrás y en el borde del área Saúl Berjón nos deleita con una magnífica volea que se cuela por la escuadra de la portería defendida por Diego Mariño, que ponía las tablas en el marcador. Seguidamente Piovaccari mandaba el balón al fondo de las mallas para poner el 3-2, este tanto no subiría al marcador, Undiano Mallenco señaló fuera de juego, que las imágenes de televisión más tarde pondrían en evidencia la decisión del trenzilla.
El levante fue capaz de sobreponerse, y Victor Casadesús volvía a poner por delante a los valencianos, regateó a Albentosa en la frontal y mandó el esférico a la escuadra con su pierna izquierda.
Los locales en el 90' conseguirían volver a poner el empate con gol de Piovaccari que esta vez si subiría al marcador, los locales acabaron indignados con el arbitraje, tanto por el gol anulado como por el gol anotado por el Levante en el que un jugador armero se encontraba sangrando y no optaron por tirar el balón fuera.
FICHA TÉCNICA
