Italia no sabe lo que es hacer un partido amistoso en condiciones.
Demostró esta teoría contra Irlanda hace unos días y la continuó ayer con su partido contra Luxemburgo. Los amistosos son entrenamientos y más de cara hacia un mundial que se acerca en muy pocos días. No se les ve con nada de intensidad en ellos.
Un bonito gol de Marchisio, del defensa, es importante saber esto no es suficiente para ganar a Luxemburgo, ni para coger las fuerzas suficientes para volar a Brasil, aunque no importan estos partidos. Los juegan porque los tienen que jugar pero no les ponen el ritmo de juego que deberían ponerle. No se les ve con ganas y esto hace que ganen por la mínima o incluso empaten. Por eso es mejor pensar en que menos mal que es un amistoso y Prandelli hará y dirá las cosas necesarias para que se pogan las pilas de cara a los partidos oficiales.
Un partido sin trascendencia, como suelen ser los amistosos. Se dice que son entrenamientos fuertes estos partidos, algo a lo que no hay que darle mucha importancia, pero sí medianamente intensidad al juego.
De todas formas, hay que esperar a que empiecen los partidos de verdad, esos en los que saben como moverse por el campo, como atacar, como defender y como jugar con la camiseta azul con la que tantas emociones nos transmite.
Los amistosos gustan para saber un poco como juegan como equipo, pero hay que estar tranquilos y poner la intensidad en su justa medida o pasará como el pasó a Montolivo.
La conclusión que se puede sacar a pocos días del mundial es trabajo, esfuerzo y llegarán los buenos resultados.
