Grecia sigue viva tras entregarse a un sufrido ejercicio defensivo y aguantar el asedio de Japón (0-0), falto de filo en los últimos metros. El equipo de Fernando Santos se quedó con diez antes del descanso y se atrincheró en su área, fiándolo todo a su buen hacer defensivo. Japón movió el balón con criterio, dio muchos y buenos pases, pero careció de gol. No supo ganar y queda en una situación muy delicada, porque la última jornada jugará contra Colombia. Grecia lo hará ante Costa de Marfil.
La expulsión de Katsouranis no hizo sino acentuar al planteamiento de Grecia, porque el equipo de Fernando Santos ya había salido con intención de replegarse y buscar el contraataque. El cuadro griego no engaña a nadie. Sabe que su fortaleza es defenderse y aprovechar sus ocasiones. Ante Japón cumplió en la faceta defensiva, liderado por un soberbio Manolas. En ataque apenas asomó, penalizado más de medio partido por el grave error de Katsouranis, que a sus 35 años se comportó como si llevara dos en el fútbol. Exigió un par de buenas paradas de Kawashima, pero casi nunca buscó el área rival. Su plan consistía en aprovechar un error de Japón y quien se equivocó fue Katsouranis. Entonces pasó al plan B, centrado casi en exclusiva a sellar su portería. El empate, si bi
en no era un gran resultado, le deja con opciones muy reales de clasificación.
El partido tuvo casi una única dirección desde el inicio. Japón se parece en pocas cosas a Grecia. Los de Zaccheroni rara vez dieron un pelotazo. Buscó la salida limpia de la pelota una y otra vez, y la encontró a menudo. No se cansó el combinado asiático de juntar pases y combinar, pero le costó desarbolar a Grecia. Le falta un 9 que marque diferencias y lo pagó. Llegó con frecuencia a zona de tres cuartos, con los laterales convertidos en extremos, sobre todo en la recta final, pero no hubo quien pusiera punto y final. Okubo y Uchida, después de un error grosero de Sokratis, tuvieron dos buenas ocasiones en la segunda mitad, pero terminaron en el limbo.
Mejoró Japón en la segunda parte con la entrada de Endo y después Kagawa. En Grecia, entró Karagounis tras la expulsión de Katsouranis. El eterno Karagounis, que lleva jugando desde la noche de los tiempos. Ni que decir tiene que el tiempo ha pasado por él, pero le puso más corazón que nadie. Colaboró en la guerrilla que planteó Grecia y en la que al final salió vencedora. Todos pusieron su gota de sudor, gustaron los laterales Torosidis y Holebas, pero sobre todos emergió Manolas, un central con algunas virtudes más que interesantes. Contra Japón fue un gigante.
Japón lo intentó hasta el final sin escatimar. Nagatomo y Uchida, los laterales, subieron a la vez en alguna acción, se juntaron Honda, Kagawa y Endo, tocaron por dentro, lo intentaron por fuera... el resultado fue la frustración. Aún sigue vivo, pero el empate le sabe peor que a Grecia. Porque tuvo el peso del partido, porque jugó muchos minutos con un jugador más y porque su rival en la última jornada será Colombia. Grecia resistió y mantiene la fe
JAPÓN: Kawashima; Uchida, Konno, Yoshida, Nagatomo, Hasebe (Endo, min.46), Yamaguchi; Okazaki, Honda, Osako (Kagawa, min.57) y Okubo.
GRECIA: Karnezis, Torosidis, Manolas, Sokratis, Holebas, Kone (Salpingidis, min.81), Maniatis, Fetfatzidis (Karagounis, min.41), Katsouranis, Samaras y Mitroglou (Gekas, min.35).
-ÁRBITRO: Joel Aguilar (SLV). Amonestó a Hasebe (min.12) por parte de Japón. Y a Samaras (min.55) y Torosidis (min.89) en Grecia. Expulsó a Katsouranis en Grecia por doble amarilla (min.27 y 38).
-ESTADIO: Estadio das Dunas (Natal).
Escrito por: @joel7bochi