El Málaga se lleva un
partido en el que Osasuna puso las ocasiones más claras, pero los andaluces
aprovecharon los pocos acercamientos a la portería de Andrés.
El reloj marcaba las 20:00, momento en el que Teixeira
Vitienes hacía sonar su silbato, dando comienzo al partido que enfrentaba a
Osasuna y al Málaga. Comenzaba el partido y, a pesar de que el primer
acercamiento al área rival fue andaluz, Willy Caballero demostró por qué es
considerado uno de los mejores guardametas de la Liga. Tras una jugada de
estrategia, Damiá realizaba un remate picado, obligando al argentino a repeler
el balón con el pie. El rechace llegaba a Cejudo que disparaba casi a placer,
pero el guardameta volvió a realizar una gran parada, evitando así el 1-0.
Sin embargo fue Samuel quien, tras una asistencia de
Amrabat, y realizando un magnífico remate, batía a Andrés Fernández. A pesar de
que Osasuna había creado las mejores ocasiones de peligro, fue el Málaga quien,
en su primera ocasión clara, provocada por un error de la zaga malacitana, se
adelantaba en el marcador.
Tras unos minutos en los que el Málaga impuso su juego sobre
el de los navarros, Osasuna supo reponerse del golpe y, tras un magnífico
contraataque, comenzado por Loties, el balón llegaba rechazado al defensa francés.
El zaguero realizó un potente disparo raso que se estrellaba en el poste.
Osasuna encerró al Málaga en su área, siendo el balón parado
el origen de las jugadas más peligrosas de conjunto local. Fruto de dos jugadas
de estrategia, Loties volvió a rozar el gol. Sin embargo, sus disparos fueron
atajados por un espectacular Caballero.
Tras el paso por los vestuarios, las cosas se pondrían más
favorables para los intereses navarros, pues verían cómo el Málaga se quedaría
con un jugador menos tras la expulsión de Jesús Gámez por doble amarilla.
En la segunda mitad, el Málaga realizó una presión casi
perfecta a la salida de balón de Osasuna, obligando a los rojillos a bombear
balones, siendo éstos repelidos por la defensa blanquiazul. El conjunto
malagueño comenzó a bajar la intensidad de la presión, sin embargo, consiguió
frenar a Osasuna.
Era el minuto 66 cuando Amrabat, tras una gran jugada de
Roque Santa Cruz, se quedaba solo frente a Andrés Fernández, batiendo a este
por bajo, colocando el 0-2 en el marcador. Era un golpe casi definitivo a la
moral de la parroquia rojilla. Vieron cómo sus opciones de remontada se
esfumaban.
Poco más sucedió en el final de la segunda parte. Osasuna
desesperado no encontró la forma de atravesar el muro que Caballero y sus
defensas habían construido. Finalizaba el partido en el que Schuster respiraba
un poco más, mientras que los de Gracia ven cómo quedan tan solo 3 puntos por
encima del descenso y conscientes de que la semana que viene visitan el Camp
Nou.
Escrito por Iván Luquin.
